Registro sin obsesionarse
Primero anotás todo durante un mes, sin juzgar ni cambiar nada. Solo mirar. Es la única forma de saber desde dónde arrancás realmente.
Aprendé a manejar tus finanzas sin fórmulas complicadas ni hojas de cálculo infinitas. Usamos casos reales de gente que ya pasó por lo mismo que vos.
Conocé el programaEn 2025, tres de cada cuatro personas que llegan a nuestros cursos dicen lo mismo: "Sé que gasto más de lo que debería, pero no tengo claro en qué se va la plata". No es que falte disciplina. Es que nadie nos enseñó a registrar gastos de forma que tenga sentido.
Hablamos con Gorka, un diseñador freelance de Bilbao, que estuvo dos años intentando ahorrar sin éxito. Cuando finalmente se sentó a revisar sus movimientos bancarios del último mes, se dio cuenta de que había gastado 340 euros en comida delivery sin darse cuenta. No era un problema de ingresos, era de visibilidad.
No se trata de convertirte en contador ni de vivir midiendo cada café. Se trata de tener información clara para tomar mejores decisiones en tu día a día.
Cuando sabés exactamente cuánto gastaste el mes pasado en cada categoría, es más fácil frenar antes de comprar algo que no necesitás.
No es algo que pasa de un día para otro. La mayoría necesita entre cuatro y seis meses de registro constante para que se vuelva automático.
Es lo que nuestros participantes logran ahorrar en promedio después de seis meses de aplicar técnicas básicas de presupuesto. Algunos más, otros menos, depende de cada situación.
Primero anotás todo durante un mes, sin juzgar ni cambiar nada. Solo mirar. Es la única forma de saber desde dónde arrancás realmente.
Olvidate de las plantillas genéricas. Si vivís con tus viejos, no tiene sentido una categoría para "alquiler". Si trabajás desde casa, quizás necesitás separar gastos de oficina.
Los primeros meses vas a pasarte en algunas categorías y sobrar en otras. Es normal. Lo importante es revisar y ajustar, no abandonar porque "no te sale perfecto".
Siempre pasa algo. El teléfono se rompe, te invitan a una boda, necesitás ir al dentista. Tener 200-300 euros guardados te salva de desbalancear todo el presupuesto.
Estas son situaciones reales de gente que pasó por nuestros cursos en 2024 y principios de 2025. Los nombres cambiaron, pero los números y los problemas son reales.
Ganaba bien pero vivía al límite cada mes. El problema era que sus ingresos variaban mucho entre comisiones y sueldo base. Aprendió a trabajar con un presupuesto basado en su ingreso mínimo y guardar las comisiones extras. Después de ocho meses logró armarse un colchón de 2.400 euros que antes le parecía imposible.
Su mayor problema era mezclar gastos personales y profesionales. Pagaba cenas de trabajo con su tarjeta personal y después no sabía qué era deducible. Cuando separó cuentas y empezó a categorizar bien, descubrió que podía deducir casi 400 euros mensuales que antes perdía por no llevar registro.
"Durante años trabajé en banca y vi cómo la gente se endeudaba no por gastar en lujos, sino por no tener visibilidad de sus gastos cotidianos. Los presupuestos tradicionales están hechos para empresas, no para personas reales con vidas complicadas."
Nuestro enfoque viene de trabajar con más de 800 personas en Barcelona, Madrid, Valencia y otras ciudades españolas desde 2019. No usamos jerga financiera ni hacemos promesas imposibles. Te mostramos cómo otras personas resolvieron problemas parecidos a los tuyos.
Los cursos arrancan en octubre de 2025 y tienen cupo limitado porque trabajamos en grupos reducidos. Si te interesa, podés ver el programa completo o contactarnos directamente para ver si es lo que estás buscando.
Conocé más sobre nosotros